miércoles, 19 de octubre de 2011

Algunos muebles nuevos


En menos de 24 horas, sin buscar, hemos encontrado: dos camas de matrimonio, un sofá de lujo, tres o cuatro mesas de distintos tamaños, sillas, revisteros de madera, lámparas, bicis estáticas... neveras... y la lista continuaría... Este fue lo último que encontramos este mediodía... Esta ciudad es una mina. No tienes porqué comprar nada. Practicamente te los dejan en la puerta de casa.


Éste es Jonas, compañero de clase y nuevo compañero de piso desde hace dos días. Un fotógrafo alemán de origen polaco. Esa es su furgoneta Wolkswagen, una antigua furgoneta de bomberos de 1975, las luces giratorias del techo todavía funcionan (no la sirena). Esto es poco antes de cargarla con estos muebles:

martes, 18 de octubre de 2011

Último minuto


He aquí uno de los especímenes con los que eventualmente vivía en el apartamento de Ivar Huitsfeld. Solo ocasionalmente traía su macuto y dormía en una colchoneta inflable (de un metro de alto, una gigantesca colchoneta) junto a otro fotoperiodista en el cuarto de al lado. En una demostración de estoicismo parcial durante unos días al mes no tenían nada y compartían celda como buenos cruzados (los fotoperiodistas en su peregrinaje a Tierra Santa). Pasaba la mayor parte del tiempo en Copenhagen, colaborando con uno de los grandes periódicos daneses. De tanto en tanto se dejaba caer por aquí, cuando era imprescindible su presencia en la facultad, octavo semestre de su carrera. Aquí, Dinamarca, el Fotoperiodismo es una carrera de cuatro años, que se estudia en la Facultad de Comunicación, con ciertas pretensiones de rigurosidad.

En la imagen se prepara para salir. Es su último minuto en el apartamento como compañero. Con esa guisa cogió la bicicleta y se fue a la estación de tren y de ahí a Copenhagen (a 4 horas de distancia y un par de puentes sobre el mar Báltico, dos islas, etc.).

viernes, 14 de octubre de 2011

Inspiración

Pasé la tarde en la biblioteca de la facultad de periodismo. No tiene un apartado de fotoperiodismo especialmente surtido, pero sí con algunos clásicos. Ninguna biblioteca española puede presumir de lo contrario (generalmente, las catalanas por lo menos, se centran en los fotógrafos locales, no está mal, pero solo comprando 10 libros de referencia quedarían como Dios a bajo coste). Tengo que hacer una serie de retratos. Todos iguales, una mismo concepto. Coherentes con lo que quiero explicar, pero en forma de retrato y claro, quiero que sean potentes. Sería muy largo de explicar y no es ni el momento ni el lugar. En unas horas debo subirme a un tren en dirección Copenhage para encontrarme con dos tipos. Todo precipitado y con el tiempo justo, para más inri desconozco la ciudad, pero... las cosas se han dado así.

Como decía, pasé la tarde buscando inspiración y registrando algunos de los retratos que más me pudieron interesar para este tema en concreto:


En un libro de fotografía de moda, como algunas de las siguientes imágenes. Me intereso la posición y la ubicación, el suelo. Tiene sentido, pero como decía, no entraré en detalles.


Del libro "Cocaine blue Cocaine true" de Eugene Richards. Quiero incluir cierto ambiente, aunque no estoy seguro de tener el tiempo para encontrar la ubicación acertada.


La portada de "Close Distance" de Anders Petersen. Es así de desenfocada. Eso es precisamente lo que me interesa. No sé si será muy comercial tirar una serie de retratos desenfocados, pero...


Y algunos otras imágenes más, esta última también es de Eugene Richards... no fotografié ninguna de sus imágenes, pero, la verdad, es que pasé la mayor parte del tiempo observando cuidadosamente "End Time City" de Michael Ackerman. No pensé que nunca diría esto, pero cada vez que miro sus imágenes me impacta y me llega más. ¿Cómo ser capaz de empezar a mirar la realidad fragmentada y transmitirlo a una película fotográfica? Gran pregunta. Este tipo no mira con los ojos, sino con la conciencia.



jueves, 13 de octubre de 2011

Piloto de guerra


El mismo día y la misma mañana en que hice la ruta de la pobreza. El primer lugar, el punto de encuentro. En esa sede para los tipos con más problemas de la ciudad de Aarhus. Mientras esperaba conocí a un par de tipos interesantes, Roberto un ex-guerrillero sandinista y Richie, según dijo, piloto británico de helicópteros durante la Guerra del Golfo en Kuwait. Todavía no sabía si me la estaba colando cuando pasando completamente de mí se puso a jugar como un niño por toda la sala con ese coche a control remoto. Estaba borracho como una cuba a las 11 a.m., pero era alegre, inocente, cercano, transparente.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El camino de la pobreza


Pie de foto: Soren, con Sida, ex heroinomano, ex traficante, con un pasado trágico desde que dejo Groenlandia y vino a trabajar y estudiar a Dinamarca. Vio morir a su mujer, también adicta, en sus brazos. Ahora, rehabilitado guía a un grupo de estudiantes de máster en trabajos sociales a través de la historia de la pobreza en Aarhus y de los lugares -asociaciones, organizaciones, etc.- donde se da cobijo y ayuda a los homeless de la ciudad.

"Poverty walks" es un proyecto de sensibilización sobre la miseria en Dinamarca a través de una ruta guiada por sus puntos más candentes. Copenhagen y Aarhus, las dos principales ciudades del país, las que concentran más pobreza. Los guías son la clave para entrar en ese mundo. Tipos/as que en algún momento estuvieron en lo más profundo y que consiguieron salir con la ayuda de programas sociales como este. Ahora, están devolviendo todo lo que recibieron. En un país que puede presumir de ser estadísticamente uno de los más ricos y felices del mundo se hace realmente difícil saber exactamente de qué estamos hablando cuando hablamos de pobreza. Es una gran paradoja.

Cada país parece hacer su propia definición de lo que es la pobreza. El gobierno de derechas danés (saliente ahora) rehusó la posibilidad de poner un listón mínimo económico para marcar la pobreza. Los estándares y organismos europeos lo señalan ligeramente por encima de los 1.000 euros, en Dinamarca. Lo que para España u otros paises seria un sueldo aceptable, el suelo medio de la mayoría o incluso estaríamos hablando de un muy buen salario, aquí representa tener que sobrevivir. Paradojas de la vida.

Otra complicación: no vemos apenas señales de esa "pobreza" en las calles. Por lo que explican en la ruta, durante años la tendencia fue limpiar y barrer las ciudades, esconder la basura bajo la alfombra, donde no molestara. Y lo hicieron con tanta eficacia que hasta para un danés es difícil reconocer que también tienen problemas sociales de cierta gravedad. En algunos casos fueron los comerciantes de ciertas calles o plazas los que pusieron el dinero, pero sin la intención de solucionar el problema.

En una pequeña ciudad como Aarhus (242 mil habitantes) hay oficialmente 355 homeless y extraoficialmente más del doble. Hay incontables alcohólicos y un buen número de heroinómanos, pero no ves nada. No lo ven los daneses y no lo ves tú.

He seguido la ruta y en cierta manera es anecdótica. Es una experiencia light. Los verdaderos protagonistas son sus guías. Tipos reinsertados que en su camino para volver a la normalidad han decidido aportar su experiencia en su paso por ese profundo pozo; compartirlo para ayudar a otros y para abrir los ojos del resto de la sociedad para que aporte soluciones y deje de mirar hacia otro lado. Están a caballo entre los dos mundos, son sus intermediarios y la llave para entrar.