lunes, 5 de marzo de 2012

Ensoñaciones infantiles sobre un avión estrellado


La niña/o que jugaba sobre los restos de un avión de la segunda guerra mundial estrellado en un parque de Norrebro, Copenhage. No era un avión real, era un juguete a tamaño 1:1, mobiliario urbano, y la niña/o realmente no parecía muy alegre ni ociosa/o, más bien melancólica/o. Tal vez habría preferido que el trasto no fuera una máscarada, una atracción y cuando lo vío y se introdujo por la rampa de entrada frontal, perfectamente verosímil, esperaba encontrarse con el avión que "Tintín" estrella en el desierto junto al capitán Hadock en la película de Spielberg... quizás buscaba a Milú. Yo por un momento también esperé algo así. Este artilugio de madera es un ingenioso ejemplo de la imaginación que se despliega en los juegos infantiles (y hasta adultos) en los parques y jardines de Copenhagen. Un avión estrellado, un poblado tribal con cabañas de madera u otros tanto que desconozco son una brillante forma de ayudar a explotar la fantasía infantil por un precio similar a una desoladora plaza de cemento para skaters. La tierra es todavía casi gratis y un buen carpintero se las sabrá ingeniar para crear el escenario perfecto para soñar aunque sea con los dolores y las tristezas de la infancia.

martes, 7 de febrero de 2012

Haber perdido lo personal

Este señor, A. d'Agata, fotógrafo conocido por sus fotos movidas y sexuales, en las que suele participar o experimentar la vida al mismo tiempo, nos estuvo acompañando la última semana junto a Nina V., una fotógrafa finlandesa que estuvo siete años fotografiando a su abuela. Su misión era ayudarnos a contar historias más personales. Ayudarnos a encontrar herramientas visuales que conectaran con aquello que nos importa. El problema llega cuando no tienes muy claro que es lo que quieres contar, qué es lo que realmente te importa y de ahí en cadena y progresión geométrica empiezas a tomar conciencia de no tener ni la más remota idea de donde se encuentra precisamente esa persona que supuestamente llevas dentro. Dónde se quedó. Qué existe en esta helada ciudad que realmente le pertenezca a uno, que le importe. Qué diablos le importa a uno un chico anoréxico o bulímico danés, la historia que quería contar, cuando puedes explicar lo mismo con un chico hispano y llegar mucho más lejos... sólo porque estás aquí... cuando en principio lo único que quieres es contar historias... y es todo mucho más intuitivo, mucho más improvisado, si lo prefieres, más impulsivo, sí... así que de pregunta en pregunta, de frustración en frustración, durante días, hasta llegar a un sueño premonitorio. Sí, "I have a dream..." en el que yo mismo me decía que debía buscar mi reconexión. Ver dónde me quedé. Y todo en forma de documental subjetivo y personal. Y yo que me había resistido y que además coincido conmigo mismo -con el del sueño-, en que en esta condenada ciudad no tengo nada personal más que a mí mismo y que algún amigo suelto y fragmentado... entonces sí, devino la crisis y las preguntas que quiero responder, pero no en voz alta, pero que sin embargo, si no es así quizás nunca responda...

¿Fotos de sushi a cambio de sushi?

La respuesta es por qué no. Nos estamos muriendo de hambre por qué no recuperar el trueque... Sí, así como...